Es importante aclarar que he ido a escuela privada, municipal y a la universidad pública. En donde estoy ahora es un terciario y he experimentado cosas que no he vivido en los otros ámbitos que me gustaría resaltar. Ya sé que he dicho en otra publicación que me siento invalidade por las exigencias que requiere el canto pero también debo mencionar en las que me siento liberade. Creo que el hecho de estar con personas menores de edad, obliga a lxs profesorxs a tener una actitud mucho más simpática, empática, y paciente respecto a los ritmos con los cuales cada quien aprende. La sensación de que nadie te está apurando para aprender es muy aliviante. Los ritmos son muy agradables en comparación a las licenciaturas en la universidad donde el tiempo nunca alcanza. Las clases no llegan a ser tediosas porque son de acotada duración, dos horas las más largas. Lo cual, si estás tan mal de la salud mental como yo, es perfecto. Lo acotado te permite dedicarle un tiempo a la práctica en ...