Desteñida fue el nombre que le puso mi progenitora, por el aspecto que tenía, a mí se me ocurrió Destiny o Tinny. No ibamos a poder cuidarla porque ya tenemos 3 gatos que no son muy amigables con otros gatos, además, no vamos muy bien económicamente. Desapareció 2 veces, un día de granizo y un día de mucha lluvia. Cuando la volvimos a ver estaba resfriada. Con el permiso de mi progenitora la llevamos al veterinario, si hubiera sido por mí, la hubiera llevado antes, pero carecía de dinero.
Nos recetaron unas pastillas para el problema respiratorio, la desparasitamos y dimos una pipeta para pulgas. Costó bastante, pero encontramos a dos personas maravillosas que pudieron cubrir casi el total del tratamiento. Vivió con nosotres en la cocina en una caja. No comía, ni bebía, pero la obligábamos a tomar agua con la jeringa. Cada tanto intentaba hacer algún movimiento pero no tenía las fuerzas suficientes. A pesar de su mal estado, creía que iba a mejorar, porque ya no tenía todo el moco en la cara y no tocía o estornudaba. Se había vuelto una pequeña costumbre ver encima de las escaleras si ella estaba o mirar hacia la caja cuando lavaba los platos. Tengo dos recuerdos principales, la vez que pude verle el rostro y notar que era una gatita hermosa; Luego la foto que estoy publicando, es la única que tengo. Quería que se pusiera bien para luego conseguirle un dueño responsable que la cuide y en caso contrario, quizás nos la hubieramos quedado nosotres.
Llevaba un tiempo sin comer, la llevamos de vuelta al veterinario antes de lo esperado por el tratamiento, pero cuando el veterinario la agarró había dejado de respirar, había fallecido. Hace menos de 10 minutos aún respiraba y ya no. Fue realmente angustiante, lloré todo el camino a casa. Cada tanto imagino que sigue viva pero en otro lado, cada tanto observo las escaleras o miro donde estaba la caja. Sé que fue muy poco tiempo pero genuinamente la extraño. Me sentí un fracaso por no haberla podido salvar. Lo peor de todo, es que me quede solo con los recuerdos que mencioné. Porque una señora, que era su ex dueña y la había cuidado durante varios años, se la llevó junto a la caja. Lo que significa que no la pude enterrar en mi jardín, no tiene tumba, simplemente es como si se hubiese esfumado en el aire, tuve que continuar mis días como si nada hubiese pasado.
Muy en el fondo había fantaseado con que mejoraría y dormiría en mis brazos.
No quiero olvidarla y por eso escribo esta publicación.
Sinceramente, ya han sido demasiadas muertes en mi vida. Aunque haya pasado bastante tiempo entre una y otra, para mí es como si cada una ocurriesen una detrás de la otra, de un día al siguiente.
Por supuesto que estoy deprimide, solo encuentro que la vida es muy cruel. No sé para qué sigo con vida. Es muy duro querer tapar un sol de angustia y malestar con las pequeñas pizcas de supuesta felicidad que a veces encuentro. Alegrarse por esas cosas es como fingir demencia, es horrible.
Te quisimos Desteñida.
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