Me estoy dejando fluir en mi carrera por el canto. Me gusta, me interesa. Es algo relativamente nuevo para mí. Pero al mismo tiempo me siento fuertemente violentada por las necesidades que trae consigo el canto. Las razones las entiendo, es físico. Aún así siento que están viendo mis cualidades como problemas a resolver. Casi que para ser cantante hay que ser una persona extrovertida, que las personas no nos causen ansiedad, mirar a los ojos, una comunicación abierta y fluida. Todo suena fantástico a simple vista pero siento que mi forma de interactuar es un problema e inválido, a pesar de haber estado toda la vida intentando aceptar estas diferencias que no son lo hegemónicamente esperadas, que no som vistas como virtudes y éxito.
Es una constante falsa sonrisa por manterse callada y no dejar ver que este supuesto aprendizaje te niega profundamente.
Súperalo y si no puedes superarlo entonces esta carrera no es para ti. Por otro lado te empoderas cuando escuchas un personaje de ficción cantar a gusto sin dejar de ser tímida. Cómoda, brillante. Con sus consecuencias, no puede cantar frente a otras personas.
¿No estaría bueno que existiera modos de evaluación adecuados a personas que no se sienten a gusto con ciertas formas de comunicación? ¿Por qué simplemente nos fuerzan a ser quienes no somos? ¿Y por qué nos hacen sentir culpa si creemos que estas cualidades nos validan identitariamente?
Sufro muchísimo dentro del disfrute por lo nuevo y el buen ambiente. Si cambio como persona nunca me creeré mejor de lo que fui. No es solo miedo al cambio, sino que hay un recorrido donde te hacen caminar con las manos para funcionar aunque a las otras personas las veas caminando con los pies para lograr lo mismo. Solo quisiera que no asuman que estoy caminando con los pies cuando en realidad estoy caminando con las manos.
Elena Nolusse.
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