Ten criterio propio

Bienvenido lector.
Este día le hablaré sobre el criterio propio, espero sea de su interés.
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El criterio propio: implica juzgar algo para considerarlo correcto o incorrecto. Las razones de aquella decisión son válidas para ti, pero no necesariamente para otros, por eso es propio y no ajeno.

El criterio no es por esencia malo o bueno. Es a partir de la posición del mismo que decidimos cuáles cosas son positivas o negativas.

Tampoco es por esencia correcto o incorrecto. Lo que es mas o menos correcto varía según nuestras creencias y lógicas adoptadas.

Este criterio es dinámico, no estático. Lo que significa que puede variar en el tiempo, no por razones azarosas sino por reflexiones o situaciones que demostraron lo inestable del mismo.

Tener criterio propio es una cualidad positiva. Esto no significa necesariamente que tu criterio sea beneficioso para ti. Puede suceder que nuestro criterio nos lleve a la ruina en alguno o varios aspectos de nuestra vida.

Por esto es importante que sea dinámico, porque así te permites no caer en ideas cíclicas que te lleven a ningún lado y terminen perjudicándote.

Es positivo tener criterio propio porque nos permite conocernos mejor. Si yo sé qué me es bueno o malo puedo alejarme de las situaciones o cosas que me hacen mal para enfocarme en las que me hacen bien y así tener una vida más plena. Si yo sé qué me parece correcto o incorrecto puedo empezar a tomar decisiones para mi beneficio. Puedo analizar, desarrollar y defender mis propias ideas.

Esto nos vuelve fuertes, haciéndonos menos manipulables y mas firmes, para no derrumbarnos con facilidad ante diferentes adversidades de la vida.

Crear un criterio propio tiene sus dificultades, algunas personas superan estas dificultades con más facilidad que otras.

Principalmente el criterio se compone de dos partes: ideas y acciones.

A partir de nuestras ideas nosotros deberíamos accionar de determinada manera, pero no siempre tenemos en claro nuestras ideas y no siempre sabemos cómo operar a partir de ellas.

Nuestras ideas son influenciadas por nuestro contexto social, esto no es esencialmente malo, necesitamos de alguna base para crear nuestro criterio, inclusive aunque esa base sea invisible en un futuro.

El problema está cuando ese contexto impone sus criterios sobre el nuestro. Esa imposición puede darse de manera mas o menos directa, influenciando a diferente escala, según cada persona.

-El rechazo social es una de esas maneras. Ante el rechazo uno puede aceptar condiciones que no desea realmente solo para no ser rechazado. Esto impedirá llevar acabo tus ideas y limitará tus acciones en ese contexto. Dependiendo de lo mucho que abarque este rechazo en tu vida podrías llegar a creer que tu criterio está limitado a esas condiciones y que no existe otro método para no ser rechazado.

El ser humano es un ser por naturaleza sociable y nuestra supervivencia depende de ello. Cuando nos separan de un grupo nos sentimos vulnerables y es por el instinto de supervivencia que podemos llegar a aceptar condiciones sociales que no queremos. Ante la vulnerabilidad nos puede invadir el miedo y para sentirnos seguros solemos preferir aceptar las normas.

Sin embargo, dependiendo de la firmeza de nuestro criterio podemos...

-Solo adaptarnos al contexto sin por ello cambiar nuestras ideas, para luego buscar otro contexto en el cual aplicar nuestro criterio.

-Ser influenciados por ese contexto y cambiar nuestra forma de pensar y/o accionar.

-Seguir con nuestro criterio intacto e intentar convencer a los otros de nuestro criterio para ser aceptados.

-Opinión popular, cuando muchas personas están de acuerdo con una misma cosa. Si esto ocurre es probable que entremos en duda con nuestro criterio propio y ante la duda es probable que nos pongamos de acuerdo con la mayoría. Como dijimos anteriormente, estar en grupo es parte de la supervivencia. Si todos van para un mismo lado y nosotros vamos para el otro, se producirá una sensación de inseguridad, por eso para sentirnos seguros seguimos la corriente. Es como una acción en cadena, uno afecta al otro y así sucesivamente.

Cuando las cosas nos parecen obvias y hay una opinión popular en contra de nuestro parecer, es cuando mas dudamos. Es tan obvio que nos parece imposible que nadie piense igual y como nadie piensa igual ante lo que es tan obvio creemos estar equivocados o mínimo dudamos.

-La cultura. Hay muchísimas culturas y cada una trae consigo un montón de conceptos preestablecidos, diferentes según cada cultura. Se aceptan estos conceptos sin ponerlos en cuestionamiento y además se nos enseña desde pequeños que estos son por esencia, buenos, malos, correctos o incorrectos. Inmersos en nuestra cultura puede sernos difícil cuestionar estos conceptos, ya que son la realidad parcial que conocemos. Además la cultura está íntimamente conectada con nuestros sistemas políticos, sociales y económicos, por lo tanto todo gira alrededor de estos conceptos. Puedes llegar a entrar en crisis psicológica/emocional cuando sientas que no estés de acuerdo con alguno de esos conceptos o sientas que han perdido el sentido para ti. Tendrás que re-crear estos conceptos a partir de tu criterio propio dentro de un sistema que entiende otra cosa de ese concepto. Puede no ser una tarea fácil.

-Figuras de Autoridad. Son aquellas personas que consideramos que merecen respeto y a las cuales debemos escuchar y/u obedecer por cuestiones de poder o legitimidad en su área de conocimiento especializada. Estas figuras nos ponen en una situación de inferioridad, ya sea porque tenemos menos poder o menos conocimiento que estas figuras. La mayor confusión que se puede dar en estos casos es creer o sentir que somos inferiores a ellos solo por el poder o legitimidad que tienen y que no tenemos derecho a opinar distinto o a quejarnos de algo que consideramos erróneo o injusto. A veces estas figuras creen que por su condición pueden actuar de cualquier manera dándose muchas veces mas autoridad de la que tienen realmente mencionando su título como respaldo a sus acciones a pesar de que su título no abarca aquello que quieren hacer o decir. También puede suceder que si eres una figura de autoridad las demás personas te quiten el derecho a opinar o quejarte de algo solo porque tú título o condición abarca solo ciertos conocimientos que no validan tu opinión.

-Personas apreciadas. Son aquellas con las cuales tenemos un vínculo emocional fuerte cuya emoción evoca al cariño, amor, admiración, adoración y/o afecto. Estas personas son importantes y especiales para nosotros por determinadas razones que cada quién elige.

A veces nuestras emociones se ponen por encima de la razón, esto por esencia no es malo y/o bueno, depende de nuestro criterio cómo juzgarlo. Lo que puede pasar es que por el vínculo que tengamos con esas personas vayamos en contra de nuestro criterio, aceptando, protegiendo, haciendo, pensando cosas que en realidad no queremos. Podemos crear excepciones en nuestro criterio, pero cuando esas excepciones nos afectan físico/psíquico/emocionalmente de manera significativa según nuestro juicio, es negativo, porque nuestras ideas y acciones, nuestro criterio propio, se ven limitados y condicionados por este tipo de situaciones. Nos afecte o no lo que piense o haga estas personas, no siempre tienen la intención de perjudicarnos. A veces lo que piense o haga este tipo de persona nos confunde, nos hace dudar de nosotros mismos, dificultando el desarrollo de nuestro criterio, esto sucede porque la validez de sus ideas y acciones están dadas por y únicamente por nuestro aprecio a ellas. Hasta donde nos puede llevar esta apreciación define el nivel de la problemática. Si estas personas de algún modo u otro nos limitan y perjudican en demasiados aspectos de nuestra vida obligándonos a la fuerza o persuadiéndonos psicológica y/o emocionalmente, significa que son tóxicas.

-Personas odiadas. Son aquellas con las cuales tenemos un vínculo emocional fuerte, pero estas evocan al odio, desagrado, desprecio, envidia, miedo y/o ira. Por distintas razones estas personas son encerradas por nosotros en un círculo emocional de odio que no les permite, a nuestro juicio, tener cualidades que consideremos positivas, o por lo menos nos puede ser muy difícil sacarlos de allí.

Como ponemos nuestras emociones por encima de la razón, nos nubla el criterio propio, tomamos como inválido cualquier idea o acción que tengan solo por aquellas razones que provocaron que estén en esa posición, inclusive aunque tengan ideas o hagan acciones con las que en una situación normal estaríamos de acuerdo. Si nuestra emoción es muy fuerte podría llevarnos a pensar o accionar contra esas personas o hacia cualquier cosa vinculada con ellas tomando decisiones o pensando en contra de lo que para nosotros es correcto. Qué hagamos con ellas o cuánto tiempo les dediquemos define el nivel de la problemática.

-Nosotros mismos. Somos nosotros como individuo. Aunque nosotros solos no seamos un contexto social para nosotros, sí sucede que ante nuestro contexto social podemos ser influenciados de manera indirecta por nosotros mismos. Cuando interactuamos con los demás damos una imagen de nosotros basada en la imagen que deseamos tener. Lo que ocurre es que nosotros somos una cosa y lo que queremos ser es otra, no solo eso, sino que la imagen percibida por los otros no es ni la imagen que somos ni la que queremos ser. Para hacerlo más complejo todavía diremos que la imagen percibida que ellos tienen no es la imagen que creemos que fue percibida. Esto se debe a que las imágenes que percibimos toman sus cualidades a partir de la realidad parcial que cada uno tiene mas su propio criterio, que es distinto en cada caso. Por lo tanto puede suceder que si queremos controlar esa imagen que se tiene de nosotros, ya sea la imagen que nos tenemos o la imagen que provocamos, terminemos en una situación muy complicada que base nuestras ideas y acciones en control de esa imagen y no realmente a nuestro criterio.

Entonces concluimos con que el criterio es influenciado en prácticamente todas las esferas de nuestra vida de diversas maneras, como algunas de las que fueron mencionadas anteriormente, y que por lo tanto la creación de nuestro criterio propio es una tarea difícil, ya que no podemos construirla de cero. Siempre nos basamos en criterios ajenos para crear el nuestro, no podemos pensar y hacer nada que no hayamos conocido antes, intenta imaginar un color nuevo (visualmente) y verás que no puedes.

Eso no significa que no puedas utilizar todas las variables que conozcas para construir tus propias ideas y llevarlas a cabo cómo mas quieras. No queremos que busques desesperadamente ser único al decir esto, ni que no oigas los consejos que puedan darte, porque no tiene nada de malo, por esencia, parecerse a los demás, como hemos dicho anteriormente si es o no malo depende de tu juicio.

Es necesario que tengas algún tipo de criterio propio para poder entender el mundo interno y el que te rodea y encontrar soluciones a los problemas con los que te puedas enfrentar.

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Cualquier duda o comentario pueden dejarlo en los comentarios!

Saludos!~~ 

Pd: El tema de las personas tóxicas y manipuladoras será extendido y explicado en otra entrada más adelante.