Agotada sobre la cama luego de un día de silencio los pensamientos me golpeaban la cabeza y el corazón. Sujeté un papel y con mi tinta interior comencé a dejar el dolor expuesto sobre él.
" En esta infidelidad me siento cada vez mas infeliz, no quiero estar en un constante masticar de caramelo. Me salen las lágrimas cuando me besa, porque joder, que lindo besa, que lindo me desea, pero al mirar no eres tú y entonces, aunque tú no seas tan así, te prefiero, te extraño. De repente ya no quiero ¿Y si no te vuelvo a ver? La espera se me hace cada vez mas tortuosa y descubro, segundo a segundo, que me haces falta.Que acostumbrada estaba a tu brillo, que distinta soy contigo. Los problemas siguen estando, no solucionas mi vida pero que bien se siente luchar si estás aquí.
Perdóname por ser débil, por favor aparecer, te necesito. Aparento estar bien, pero solo llevo una máscara, un rostro que te espera y soporta cualquier dolor. Cada vez esa máscara es mas frágil y las lágrimas se me escapan por el mentón. No estoy bien, bajo ésta máscara me ahogo. Ante mi apariencia despreocupada muevo mi cabeza desesperada cuando te siento llegar. El crujir de una hoja, el soplar del viento, hasta me invento sonidos para creer que llegas, pero no lo haces y entonces... me invade la soledad y respiro veneno, que en cada suspiro me mancha la piel, y en cada despertar al verme al espejo veo una piel muerta que ya no me pertenece. Deseo arrancarla, esa no soy yo, me lastima verme así ¿Pero que puedo hacer? Ya no tengo ojos con los cuales mirarme, estoy completamente perdida... pero si te oyese llegar... si la vida me quisiera... si pudiera... tan solo oírte llegar... "
Dejé de escribir, dejé que la tinta llorase por mí, dejé que mi dolor me valiera. Dejé de escribir para no gritar.
Elena Nolusse.
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