De un instante a otro me encuentro en el suelo, revuelta en la locura, con la vista nublada y la piel temblorosa. Tormentas eléctricas invaden mi cabeza y el sudor de la lluvia recorre mi cuerpo. Intento seguir, "nada hay que realmente deba dolerme y mantenerme así", pero me maquina la cabeza y vuelvo a caer. Intentas distraerte, pero te duele el estomago, te sientes nervioso, quieres vomitar, te duele la cabeza. Suspiras y al hacerlo se agrega un nuevo problema a tu existencia, no puedes pensar porque si lo haces solo empeoras las verdades. Ocurren hechos dignos de celebración pero tu solo quieres alejarte y ponerte en posición fetal. Alejarte te hace sentir seguro, pero vuelves a suspirar y te acuerdas que estás vivo y sin razones fundamentadas, lo odias, odias estar vivo, odias ser tu. Te duele todo el cuerpo al punto que necesitas tranquilizarte. Quieres huir. Romper tu cabeza contra la pared se vuelve apetitoso, abrir tu carne es casi medicinal. Quieres llorar pe...