Descubriendo mi mente

                Estos últimos años he sentido una fuerte necesidad de expresarme al mundo.  A medida que el tiempo pasaba y me alejaba más de las personas empecé a desear con más fuerza comunicar todo lo que llevo dentro de alguna manera. Por ahora elijo la escritura, la cual no es mi fuerte.

                Podría escribir mis inquietudes en Facebook, pero la verdad es que no siento que sea allí donde pueda encontrar lo que busco, lo que yo busco no va a estar en donde todos buscan.
Al mismo tiempo podría escribir en un bloc de notas y guardármelo, como he hecho todo este tiempo, pero no me sirve y aunque seguramente nadie comente al respecto de lo que yo digo ni tampoco lea mis escritos, es más probable que conozca a alguien que me pueda acompañar en mis pensamientos de este modo que del otro.  Sé que no es el mejor, ni el más directo, pero por lo menos es una manera de comenzar.

                El otro día en una conversación aleatoria en el colectivo, una amiga mía menciona la palabra "demisexual" dándome una muy corta definición de lo que era, y aunque parezca tonto, esa definición me punzó bastante.  Aquella necesidad interna me llevó a buscar información en Internet y definitivamente, por lo menos a una simple lectura, soy demisexual, no lo dudo ni por un instante, sin embargo tengo miedo de no serlo, de que en realidad mi manera de sentir lo sexual sea errónea y no exista una categoría. Temo estar equivocada, no poder por fin encontrar un grupo que me identifique, y es que siempre me he sentido diferente a los demás, pero por más que me esforzara no podía encajar en las sexualidades que conocía.
(En su entonces: heterosexual, bisexual, transexual, homosexual, pansexual y asexual.)

                Mi sexualidad para mí es un tabú,  sin embargo no deja de ser el aire que respiro, lo más normal que puede existir en mi personalidad. Yo no podía (quizás aún no puedo) comprender como los demás ven al sexo. Me es tan raro decir aquella palabra, porque en mi manera de ver las cosas, el sexo es lo más secundario que pueda existir.

                Contaré un poco mi "experiencia" a lo largo de mi corta vida. Prácticamente soy una romántica, uno de mis mayores deseos es conseguir una pareja que me quiera mucho y vivir con ella hasta el fin de mis días.

                No tengo buena experiencia con los hombres debido a situaciones en la vida, por ejemplo: chicos (iba a decir novio, pero prefiero omitirlo) que me han tratado mal o que simplemente eran, a mi juicio, una mala persona. Un padre golpeador, que luego abandonó el hogar y un hermano que no hizo más que perjudicar a la familia y sobre todo a mi persona.  Ésta última ha perjudicado mi crecimiento sexual normal logrando importantes trastornos mentales, que como si fuera poco, siento culpa de darles un alto nivel de gravedad, como si la culpable fuera yo. Todo este conjunto de hechos me hacen decir la frase típica "todos los hombres son iguales".

                Mis amistades son todas mujeres, porque obviamente me causan menor incomodidad, por todo lo dicho anteriormente, aunque en realidad me son más entretenidas las charlas "masculinas" que las "femeninas", hablar de vídeo-juegos y programación me es más interesante que hablar de chicos lindos, depilación, maquillaje y zapatos.

                Cómo mi forma de vestir y de actuar no es el estándar femenino me alejo bastante de los grupos ya que me hacen sentir terriblemente mal conmigo misma y no es lindo pasear con alguien a quien le das asco.

                Por este motivo el grupo de personas con las cuales socializo es bastante pequeño y de hecho no superaba al número 1, hasta que entré en una escuela con orientación artística, donde el número aumentó  a 4 y luego a 8. Sin embargo las personas con las cuales mayor conversación tengo son solamente 2.

                Agregando que además tengo una mente muy abierta y una manera de ver al mundo muy personal y utópico, resulta que no puedo hacerle un cumplido a una mujer, o decir que es linda, porque me tratan de lesbiana. A eso hay que agregarle que soy muy apegada a las personas que quiero, por lo que  es normal que me veas agarrada del brazo de mi amiga diciéndole que me parece linda o defendiéndola a muerte,  para mí la amistad está primero.

                Cuando en las conversaciones se hablaba de algún chico que te atrajera yo nunca pude decir que me atraía alguien, porque enserio me parecían todos feos. Esto era sumamente lógico porque yo sufría de mucho maltrato verbal en la escuela y sabía perfectamente que yo no era bella para nadie. Por lo que nunca pude lograr un vínculo fuerte con algún chico.

                Sin embargo, yo nunca estuve en contra de tener pareja o de hablarles, solamente estaba en contra cuando consideraba que hablar con ellos era estúpido.

                La belleza para mí fue algo que se fue desarrollando con los años, te reirías si te dijera que mi chico ideal antes era un chico alto, flaco, rubio y de ojos azules. La verdad es que no sé ni porque esto era así. Con el tiempo me di cuenta que mi definición de belleza no se basaba en ningún aspecto físico. Cuando tuve a mi primer novio por internet, me acuerdo perfectamente de la desilusión de cuando vi una foto suya, fue impactante. Pero luego cuando nuestra relación se hizo más sólida todo lo que alguna vez me había impactado había dejado totalmente de importar y había cambiado por completo. De verdad ya no lo miraba de la misma forma, no era que no me importaba su físico ya que lo quería sino que la imagen ya no era la misma. Era un hombre hermoso y lo amaba con todos sus defectos incluidos. Lamentablemente fue una relación que se fue perdiendo y finalmente ya no estoy con él.

                Luego me enamoré de 2 chicos más, uno al cual hoy en día aún siento un aprecio enorme. El amor que siento por él es amor del puro. Ese que se puede sentir por una mascota o un hijo.
Es el hombre más importante de mi vida, ya que es el único que me ha ayudado tanto, brindándome la fe que me hace falta hacia los hombres.  Pero nunca pude lograr más que una profunda amistad (FRIENDZONE).

                El otro hombre (ya que de edad... no podría nombrárselo como "chico") despertó en mi lo que yo llamo "verdadero deseo sexual".  Es el único hombre que de verdad provocó en mí una atracción física imposible de ignorar. Hasta entonces (por más que hubo situaciones subidas de tono) no eran atracciones reales... no sé cómo explicarlo,  no nacían puramente de mí.

En mi mente, todo lo relacionado con sexo era lo más cotidiano y normal del mundo, pero no porque yo estuviera de acuerdo, sino que es la publicidad que hasta hoy en día nos meten hasta por el culo. Todo el mundo hablaba de "eso", todos los días y siempre que se pudiera. Tener pareja implicaba hacer "eso" siempre. Además como aún soy una desconocida en el tema para mí, si no había nada de qué hablar "eso" era lo primero que se me venía a la mente, de todas formas ningún chico se quejaba.

                Fui descubriendo que en realidad me hacía sentir mal conmigo misma y que no me interesaba al nivel que a todo el mundo aparenta, por lo menos, interesarle.

                Todo esto ha sido un desorden de pensamientos inmenso en mi mente durante mucho tiempo, pasé de pensar en ser una prostituta a no querer hacer "eso" nunca más. Porque si seguía haciéndolo el día que no quisiera, o los meses que no quisiera, mi pareja se enojaría conmigo y la pasaría realmente mal. Si además no lo hiciera de la manera que él quisiera me sentiría un fracaso como mujer.

                La verdad es que me di cuenta que yo no puedo hacer eso o pensar en eso sin un vínculo fuerte con una persona, me lastima el alma. Realmente no es un tema delicado, puede hacerme llorar durante horas y hacerme sentir una basura de persona.

                Es que para mí el sexo y el amor siempre fueron de la mano, su separación es imposible y no debería existir. Entonces entiéndase que cuando sentía algún tipo de rechazo sexual lo sentía como un rechazo completo a mi manera de ser, en definitiva hacía mi persona.

                La verdad es que disfruto mucho más un abrazo, un beso o una risa que hacerlo con alguien. Las veces que me he acostado con alguien he sentido como la obligación de apagar rápidamente mi calentura más que de disfrutarlo. O lo he hecho solamente para calmar a mi pareja. Sin embargo cuando le dije a este "chico" que era la primera vez que sentía una atracción física así por alguien, sentí que él de verdad no podía comprender el grado de importancia que yo le estaba dando al asunto.  Para mí era una cosa impresionante, que de mi naciera querer estar con él sin sentirlo como una loca necesidad.
                Disfrutarlo de comienzo a fin sintiendo que era la persona más feliz y bella del mundo no tenía precio y más aún no verme obligada ni por un segundo a hacerlo si no quería, porque siempre coincidíamos y siempre estaba todo bien. Me encantaba incitarlo para que quisiera darme caricias y llegar más lejos, no necesariamente llegar a ese punto, pero que le atrajera mi forma de insinuarle y mi cuerpo era exhaustivamente maravilloso. Que siendo simplemente yo pudiera causarle alguna sensación positiva era el elixir del cual nunca dejaría de beber. Que me buscase a mí para provocarme era más que suficiente para mi felicidad.

                Entonces así empecé a sentirlo como un juego más que como una obligación, como algo que significaba única y puramente amor. Un juego cuya responsabilidad podría brindarme algún día una familia. Un juego de pura fidelidad.

                Ya no lo necesitaba y mi mente podía descansar en paz. Empecé a ser mucho más firme en mis ideales y darme cuenta que mi manera de ver lo sexual no es una rareza y sobre todo que no estaba mal. Que si no me gusta nadie no es un problema, porque ya se lo que me puede llegar a gustar.
                Así fue como al pensar que no me gustaba nadie era asexual y al mismo tiempo como podía sentir cariño por todos pensar  que era pansexual, alguna mezcla entre los dos tenía que ser.
Quizás solo sea un bicho raro entre la heterosexualidad, pero la definición de la demisexualidad me provoca paz al alma y me hace comprender mucho mejor al mundo.

                Ahora finalmente comprendo que de verdad lo que más quiero es un acompañante y no el solo acto del hacer (No lo digo como una cuestión moral o utópica, lo digo como una verdad absoluta en mi vida).

Cualquier pregunta o duda que puedan llegar a tener al respecto no teman en consultarlo en los comentarios.

Saludos y... ¡Al fin terminé mi primer post!